Pellegrini 779

2009

Se trata de un edificio de oficinas sobre una pequeña parcela de 10 metros de ancho frentista a la avenida 9 de Julio.
La normativa particular libera el FOT y define una volumetría máxima que completa el perfil edificado de lo que se constituye en el telón edificado de la gran arteria urbana.
El núcleo de circulaciones verticales y los servicios sanitarios se ubicaron hacia el fondo, liberando una planta de uso al frente que disfruta, en los pisos inferiores, de las vistas largas hacia el Teatro Colon y las plazoletas arboladas con sus fuentes, perdiéndose en la fuga de la avenida Córdoba hacia arriba, y de una panorámica general de la cuidad en los pisos superiores.
Dadas las características comerciales del basamento, dos locales con entrepiso y subsuelo franquean la entrada al hall. Una planta tipo que se repite hasta el piso 11 y dos retiros sucesivos rematan la volumetría.
La fachada del edificio es una piel de vidrio entre dos patas verticales de granito fiamatado marrón. Tanto los componentes de aluminio como los propios cristales están proyectados en esa misma paleta de colores de manera de engamar cromáticamente con los vecinos laterales. Sigue idéntico objetivo el diseño de la repartición de la misma, con su proporción de paños verticales similar a los vanos de los edificios medianeros. Se trató como un tejido, en donde los paños que se abren para permitir la ventilación natural son similares a los fijos y están dispuestos en “tresbolillo” de manera de conservar el sentido de superficie. Esta piel se estructura y convierte en marquesina que cubre la vereda gracias a importantes ménsulas que vuelan hacia la calle.