Se esponja el volumen como estrategia proyectual maximizando la superficie de piel a partir de la multiplicación de un sinnúmero de patios de distinto tamaño. Los alzados exteriores se texturan fuertemente. Terrazas entrantes, balcones salientes, galerías y patios ofrecen un juego de luces y sombras que atomizan la volumetría. En el mismo sentido se pensó el edificio de ladrillo para integrase mejor en un contexto donde dicho material está muy presente.
Hacia el interior la construcción baja su escala, abriendo el cielo de los patios interiores y generando terrazas de expansión para las unidades más grandes.
La Planta Baja se vuelve permeable y pasante vinculando peatonal y visualmente el Parque Lineal con el boulevard. Todas las viviendas de la Planta Baja se proyectaron en relación a los patios interiores, sin contacto ninguno con la vía pública, cuidando la necesaria privacidad de las mismas. En todo el perímetro exterior se desarrollan los usos públicos. Hacia el Parque se abre en una Logia extensa, suerte de plaza pública semicubierta con los accesos principales, zonas de descanso y estar, bancos, estacionamiento de bicicletas, etc.
Autor: Arq. Gustavo Robinsohn
Colaboradores: Arq.María Martina Carballo +Arq.Cora Helena Chozas +Arq.Carlos Ulloa Márquez +Arq.Claudio Alberto Velazquez +Diana C. Quimí +Leandro V. Parietti +Pablo Monín
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